"Amapola y Polito"

Mi hermana me pidió ayuda para hacer su tarea de literatura, tenía que hacer un cuento que llevara cierto verso y salió lo que aquí les presento:

•Había una vez una chica que se llamaba Amapola, ella soñaba con el amor todas las noches, creía que lo podría encontrar en las flores, el cielo y las sonrisas ajenas, vivía enamorada del amor y creía que éste podía brillar más que el sol. Tenía la ilusión de que alguna vez su corazón vibrara de alegría al ver a ese afortunado que sonaría como una canción. Lo imaginaba, enamorada, como alguien ideal para llegar hasta ser polvo y durar una eternidad.

Polito, un joven al que le gustaba regalar flores a cualquier chica para llenarle la vida de colores, se enamoraba de ellas por instantes, aunque después le dejaban vacíos que no podía llenar ni con chocolates. Polito soñaba con su otra mitad, que le regalara flores para quitar sus dolores. Equivocado, caía en pastizales que no le ayudaría a sanar sus males. Se enamoraba de quien no podía y al final salía más lastimado de lo que debía. Él dejando de creer en el amor un día vio pasar a quién lo deslumbró como un sol, era Amapola que cuando lo miro pudo escuchar sonar una canción.

Sus caminos se cruzaron y entendieron todo lo que habían pasado en amores de antaño, sus caminos tenían que ser encontrados..

Amapola era de Polito y Polito era de Amapola, enamorados sus vidas juntos cambiaron, todo tenía sentido; las flores, el cielo, las sonrisas ajenas y el aire que pasaba por sus cuerpos se sentía más ameno, se dedicaban canciones de amor y se regalaban flores de colores para arreglar sus corazones, encontraron el amor uno en el otro y se daban felicidad sin tanto alboroto. Aunque perfectos juntos, su amor no podía ser, pues no todo parecía tan bello como el atardecer, había días nublados que no los dejaban ver que su amor era más fuerte que todo aquel que los quería vencer, por eso no lograban entender porque a veces el cielo llueve y las flores se marchitan, es algo difícil de comprender y más para ellos que tenían juntos tantos sueños.

Polito y Amapola se separaron, pues creyeron que la felicidad ya no estaba a su lado, que se habían equivocado, que quizá en sus caminos no se debieron de haber encontrado, pues ya nada era como lo habían planeado.

Polito encontró más flores para regalarle a otros amores, vio felicidad en otros colores que lo hacían olvidar aquellos dolores. Sus ojos parecían brillar como el sol, pues ya había dejado atrás su amor por Amapola y decidió seguir con su vida sin saber lo que vendría. Su amor por ella escondió en el fondo de su corazón y lo puso dentro de un caparazón.

Amapola, por su cuenta lloraba más de lo que necesitaba, pues sentía que la felicidad se le escapaba, las flores para ella ya ni siquiera tenían color, pues todo le recordaba a él y a su dolor. Intentó refugiarse en otros pastizales, donde había muchas flores de las que ella disfrutaba tener cerca, los colores no eran tan vivos ni los sentimientos tan puros como los que Polito le hizo sentir, pero ella creía que su amor ya no iba a perseguir.

Siguieron sus vidas sin remordimiento, pues ya había pasado su momento y aunque el amor oculto entre ambos todavía existía, ellos no lo aceptarían. Hasta que un día sin imaginar lo que pasaría, se cruzaron una vez más y el amor entre ellos de nuevo surgiría.

Amapola era de Polito y Polito era de Amapola, pero a ellos les costaba aceptar, pues ya había sido muy duro lo que habían tenido que pasar.

Sin embargo, al chocar sus miradas en el andar, se dieron cuenta que habían nacido el uno para el otro amar y juntos debían terminar. Su amor se volvió más grande y pudieron saber que esta vez ni las flores marchitas, ni ver al cielo llover los haría pasar por lo mismo otra vez y así, juntos aprendieron a vencer los obstáculos que tendrían para vivir felices el tiempo que les quedaría...